En los últimos años vivimos una explosión de creatividad como nunca antes habíamos vivido como especie. Desde cualquier parte del mundo y gracias a la tecnología podemos disfrutar del arte en cualquier formato de formas antes inimaginables. Es imposible poder abarcarlo todo, ni siquiera cuando nos ceñimos a un solo estilo o género, como es nuestro amado post-apocalíptico, podemos acceder de manera profunda a todos los productos que se generan.
Por eso a veces es bueno volver la vista atrás y fijarnos en aquellos que abrieron senda, que marcaron un estilo y que sentaron las bases de la estética y el imaginario del que beberían posteriormente artistas y creadores. Richard Corben con su Mundo mutante es uno de esos genios que a base de trabajo, experimentación y reflexión lograrían alcanzar la cima de la creación artística en su género, en este caso, el cómic.
Ficha técnica
Extraído de la web de ECC Cómics
En 1978, la revista 1984 comenzó a serializar Mundo mutante, historia con la que Jan Strnad y Richard Corben transportaron a los lectores a un mundo postapocalíptico para que acompañaran a Dimento: un mutante noble e inocente que trata de sobrevivir en un entorno tan peligroso como desolador, poblado por bestias salvajes, fanáticos religiosos, extrañas criaturas y científicos locos.
Considerada como una de las obras fundamentales en la bibliografía de Corben, Mundo mutante vuelve a estar disponible a través de una edición definitiva supervisada por los autores que incluye sus introducciones originales y un artículo exclusivo firmado por el reputado colorista José Villarrubia.
EDICIÓN ORIGINAL: Mutant World USA || FECHA PUBLICACIÓN: Diciembre de 2020 || GUIÓN: Jan Strnad, Richard Corben || DIBUJO: Richard Corben || FORMATO: Cartoné. 80 págs. (205 x 280 mm.). A color. Disponible el 22/12/2020 || ISBN: 978-84-18475-31-3
Traducción a cargo de: Guillermo Ruiz Carreras
El nacimiento de un Mundo Mutante
La serie Mundo mutante nació en el año 1978 en las páginas de la revista americana 1984, aunque se publicó en España casi a la par en la añorada edición de 1984 de Josep Toutain y Corben afirmaba que fue quien le realizó el encargo al lanzar su revista. Inicialmente Corben quiso crear una serie de historias cortas post-apocalípticas pero al llegar al tercer número se dio cuenta de que su historia iba más encaminada a contar las desventuras de Dimento, un personaje heredero de una anterior historia corta llamada Los herederos de la Tierra, y pidió al guionista Jan Strnad, con experiencia también en este tipo de relatos, que le escribiera los guiones restantes, resultando en un total de 8 episodios que sufrieron una desastrosa edición en su original americano que se solucionaría años después cuando Corben dibujó ocho páginas extra que lograron unificar mejor la obra y corregir varios diálogos que el anterior editor había mutilado.
Hasta el momento, apenas se había tocado el subgénero post-holocausto en el cómic y menos en forma de serie larga, así que el estilo de Corben unido al original planteamiento logró atraer a crítica y público para aclamarla o denostarla según los celos que despedía el autor, condenado a destacar.
Un estilo único
Corben, criado entre clásicos de la edad de oro y plata del cómic, recibió influencias e imitó a sus artistas preferidos, pero supo dotar a su trabajo de un acabado propio y una estética única que nunca antes se había visto. Esos personajes llenos de curvas y pliegues en posturas dinámicas, esos paisajes orgánicos y tan llenos de vida, y esa paleta de colores saturada que él mismo creó mediante el estudio del color y la experimentación ayudó a que recibiéramos sus obras con una mueca entre el estupor y la admiración al sumergirnos entre sus páginas.
En el caso de Mundo mutante este estilo alcanza una pureza que pese a considerarse aún entre sus trabajos tempranos ni él mismo pudo trasladar a otros de sus trabajos. Simplemente el Mundo mutante tenía sus propios paisajes, colores y habitantes que no funcionaban igual de bien en otros trabajos contemporáneos del artista.
“Intenté conscientemente usar algunos de los efectos de Mundo mutante en Den y New Tales of the Arabian Nights, pero no funcionó. Mundo mutante tenía su propio aspecto y eso no podía trasponerse”.
Richard Corben en el prólogo
Sus páginas, crudas y complejas nos asaltan con múltiples detalles que disfrutar tanto en primera lectura como en posteriores. Sus personajes navegan entre el patetismo y el rechazo y la trama nos transporta a un mundo post-apocalíptico en el que la civilización arrasada ha dejado tras de sí un paisaje lleno de esqueletos de ladrillo y hormigón donde antes del desastre se levantaban ciudades inmensas.
Entre ellas deambulan supervivientes mutados, seguramente por la radicación post-nuclear, que dedican todo su tiempo a buscar algo que llevarse a la boca, por muy enfermo o repugnante que sea. Pero su protagonista destaca entre los demás, hablamos de Dimento.
Dimento, el mutante desdichado
Mundo mutante y Dimento son un duo inseparable, aunque Corben quisiera crear en principio una serie de historias independientes con el nexo común de su ambientación post-holocausto, pronto se dio cuenta de que sus personajes cobraban vida propia y exigían su plena atención.

El mutante Dimento es un ejemplar masculino de amplia musculatura y breve sesera, de cabeza calva y orejas puntiagudas y con rasgos de leve retraso en su habla. Dotado con una fuerza tan descomunal como su buen corazón, y de ahí vienen todas sus desgracias, durante toda la historia es engañado, apaleado, encerrado, atacado y perseguido debido a su sentido de ayudar a quien lo necesita y su obsesión por la mujer, personaje secundario de grandes pechos y belleza deslumbrante que aparece y desaparece durante toda la serie para disgusto del protagonista. Pese al carácter bárbaro y estúpido de nuestro mutante favorito, es inevitable no acabar cogiéndole cariño al desventurado personaje, sobretodo en comparación con los demás ejemplares, mutantes o no, que le rodean.
Mundo mutante como producto de su época
Es inevitable que Mundo mutante toque muchos de los estereotipos y estéticas de la época en la que fue creado, y aquí tenemos varios ejemplos. En concreto, una lectura a día de hoy puede llamarnos la atención sobre el tufillo machista que se desprende de su tratamiento hacia el personaje femenino, que siendo casi el coprotagonista de la historia, no es más que una rubia fémina atribulada de grandes pechos y necesitada de rescate que agradece a su rescatador su suerte entregándose a él, como antes ya había hecho con otro hombre salvador. También puede verse como un estereotipo el físico de Dimento y su gran fortaleza, como uno de los actores de acción que poblaban los títulos de entonces. El final también se resuelve de una forma demasiado facilona y satisfactoria para la parte masculina de la historia. Aunque en defensa de Corben y Strnad dudo que tuvieran en mente algo más que un divertimento vertiendo en papel sus ideas sobre un futuro post-apocalíptico dirigido a un público masculino adolescente consumidor de cómix (cómic underground que escapaba de la censura de otros títulos y permitía una mayor libertad creativa).
También en la continuación que tuvo Mundo mutante una década después tuvieron la buena idea de darle el protagonismo a una chica de armas tomar, por lo que se redimieron en parte de esa visión que ya resultaba trasnochada.
Conclusión
Imprescindible. Obra de culto. Autor único. Definitoria de un género…Esta obra debes tenerla sin excusas si eres amante del género post-apocalíptico. Demasiado breve para mi gusto pero con una calidad tan alta que podrás disfrutarla en todas las relecturas que hagas del material. Si no lo conocías, ahora es el momento, si ya lo habías visitado, esta edición de tapa dura es difícilmente mejorable.
Nunca es tarde para volver al Mundo mutante.
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